En el ámbito de la atención que afirma el género, “Cirugía superior” clínicamente denominado reconstrucción torácica masculinizante, se erige como una intervención quirúrgica fundamental para personas transgénero, no binarias y de género diverso que buscan alinear su apariencia física con su identidad de género. Esta guía completa, escrita desde la perspectiva de un cirujano plástico certificado por la junta... cirujano Especializada en procedimientos de reafirmación de género, busca brindar una comprensión profunda de la cirugía de alta cirugía. Profundizaremos en las diversas técnicas quirúrgicas. técnicasConsideraciones preoperatorias, las complejidades del proceso quirúrgico, los cuidados postoperatorios, los posibles riesgos y el profundo impacto que este procedimiento puede tener en el bienestar individual. Esta información está dirigida a quienes estén considerando una cirugía de alta cirugía, a sus redes de apoyo y a profesionales de la salud que buscan una descripción detallada de este campo especializado.

La importancia de la cirugía de abdomen superior en el proceso de afirmación de género

Para muchas personas, la incongruencia entre el sexo asignado al nacer y su identidad de género puede ser una fuente de angustia significativa, a menudo denominada disforia de género. La cirugía de pecho desempeña un papel crucial en el alivio de esta disforia, creando un contorno torácico que se alinea con la identidad de género masculina de la persona. Esta transformación quirúrgica puede conducir a una mejora significativa en la autoestima, la imagen corporal, la salud mental y la calidad de vida en general. Permite a las personas sentirse más cómodas y auténticas con sus cuerpos, facilitando una mayor integración social y reduciendo la necesidad de vendajes u otros métodos para ocultar el pecho, que pueden tener consecuencias físicas y psicológicas negativas, como irritación de la piel, dolor de espalda y dificultad para respirar.

Cirugía superior 1

Consideraciones anatómicas y fisiológicas

Antes de profundizar en las técnicas quirúrgicas, es fundamental comprender la anatomía relevante. El tórax masculino suele presentar un contorno más plano, con un complejo areola-pezón (CAP) más pequeño, ubicado más inferior y lateralmente que el pecho femenino. El diámetro areolar promedio en el hombre es de aproximadamente 2,5 a 3,5 cm. La cirugía superior busca replicar estas características anatómicas.

El procedimiento implica la extirpación de tejido mamario, tejido adiposo y, a menudo, piel sobrante. En muchos casos, es necesario remodelar y reposicionar el conducto mamario no aductor (CAN). Los músculos pectorales mayores subyacentes, que se originan en la clavícula, el esternón y las costillas y se insertan en el húmero, desempeñan un papel crucial en la definición del contorno torácico masculino, y las técnicas quirúrgicas suelen buscar mejorar su visibilidad mediante la extirpación del tejido mamario suprayacente.

Clasificación de las mejores técnicas quirúrgicas: adaptación del enfoque a las necesidades individuales

La elección de la técnica quirúrgica para la cirugía superior es altamente individualizada y depende de varios factores, incluyendo el tamaño del tórax del paciente (que a menudo se clasifica mediante el sistema de estadificación de Tanner o las escalas de clasificación de ginecomastia), la elasticidad de la piel (evaluada mediante la exploración física para detectar signos de ptosis y retroceso), el índice de masa corporal (IMC), los objetivos estéticos (planitud deseada del tórax, tamaño y posición del conducto deferente nasal) y las preferencias personales en cuanto a la cicatrización y la recuperación. Las principales técnicas empleadas en la reconstrucción torácica masculinizante incluyen:

Doble incisión con injerto de pezón libre (DI)

Esta técnica es el enfoque más común y versátil, particularmente adecuado para personas con senos grandes (generalmente estadio IV o V de Tanner o ginecomastia grado III y IV) y/o laxitud significativa de la piel (ptosis moderada a severa, donde el pezón cae por debajo del pliegue inframamario).

Indicaciones

Ginecomastia de grados III y IV (caracterizada por un aumento de tamaño de mama moderado a marcado con caída), ptosis significativa (caída mamaria donde el pezón se encuentra significativamente por debajo del montículo mamario) y cuando es necesario extirpar una cantidad considerable de tejido mamario (más de 300-500 gramos por lado). Esta técnica también se prefiere cuando se desea una remodelación significativa de la pared torácica.

Pasos quirúrgicos

Se planifican y marcan meticulosamente dos incisiones elípticas o curvilíneas en el tórax, generalmente siguiendo la curvatura natural del borde inferior del músculo pectoral mayor. Se incide la piel y el tejido subcutáneo hasta el nivel de la fascia pectoral. A continuación, se disecciona y se extirpa cuidadosamente el tejido mamario, compuesto por las glándulas mamarias y el tejido adiposo circundante, del músculo subyacente.

El complejo areola-pezón (CAP) se desepiteliza para eliminar la epidermis, y la dermis y el tejido subcutáneo restantes se obtienen como injerto de piel de espesor completo. La zona donante del CAP se cierra principalmente. A continuación, se redimensiona el injerto de CAP (normalmente a un diámetro de 2,5-3,5 cm para la areola y de 0,8-1,2 cm para la proyección del pezón) y se reposiciona en una posición más superior y lateral, acorde con la anatomía torácica masculina, utilizando medidas precisas y puntos de referencia anatómicos.

Se pueden esculpir el tejido subcutáneo y la grasa subyacentes (liposucción o escisión directa) para definir mejor los músculos pectorales y lograr el contorno pectoral deseado. Los bordes de la piel se cierran meticulosamente en varias capas utilizando suturas absorbibles para las capas más profundas (p. ej., tejido subcutáneo) y suturas no absorbibles o grapas quirúrgicas para la piel. Se suelen colocar drenajes de succión cerrada bilaterales en el espacio subcutáneo para prevenir la formación de hematomas o seromas.

Ventajas

Permite la extirpación de una gran cantidad de tejido mamario y una remodelación significativa de la pared torácica, proporcionando un excelente control sobre el contorno final del tórax y la colocación del NAC. Es la técnica más fiable para lograr un tórax plano en personas con mamas grandes y una laxitud cutánea significativa.

Desventajas

Produce cicatrices horizontales visibles en el pecho, generalmente ubicadas dentro del pliegue inframamario o ligeramente por encima de él. Es común que se produzcan cambios temporales o permanentes en la sensibilidad del conducto deferente (CA) debido al injerto de pezón libre, con la posibilidad de pérdida total de la sensibilidad, alteración de la sensibilidad (hipoestesia o hiperestesia) o un retraso en la recuperación de la sensibilidad durante varios meses o años. También existe un pequeño riesgo de fracaso o pérdida parcial del injerto de CA.

Recuperación

El período de recuperación es más prolongado en comparación con las técnicas menos invasivas, que generalmente implica el manejo del drenaje durante 1 o 2 semanas y la restricción de la movilidad del torso durante 4 a 6 semanas. El estricto cumplimiento de las instrucciones postoperatorias en cuanto a la restricción de actividades (evitar levantar más de 2,2 a 4,5 kg), el cuidado de la herida (mantener las incisiones limpias y secas) y el uso de una prenda de compresión es crucial para una cicatrización óptima y minimizar las complicaciones.

Incisión periareolar (Peri)

Esta técnica es adecuada para personas con senos más pequeños (normalmente estadio II o III de Tanner o ginecomastia grado I y II) y buena elasticidad de la piel (ptosis mínima, donde el pezón está a nivel o ligeramente debajo del pliegue inframamario).

Indicaciones

Ginecomastia grados I y II (caracterizada por agrandamiento leve a moderado de las mamas sin caída significativa), ptosis mínima (pezón a la altura del pliegue inframamario o ligeramente por debajo de él) y cuando es necesario extirpar una cantidad menor de tejido mamario (menos de aproximadamente 200-300 gramos por lado).

Pasos quirúrgicos

Se realiza una única incisión circular alrededor del borde de la areola, generalmente en la unión de esta con la piel circundante. El tejido mamario se disecciona y extirpa cuidadosamente a través de esta incisión, a menudo mediante liposucción o escisión directa. Se suele colocar una sutura en bolsa de tabaco (una sutura continua que se puede tensar como un cordón) en el tejido subcutáneo que rodea la areola para tensar la piel y reducir su diámetro, lo que proporciona cierta contracción cutánea y ayuda a aplanar el pecho.

El pezón permanece unido al tejido mamario subyacente y al pedículo subcutáneo, preservando así el riego sanguíneo y la inervación nerviosa. En algunos casos, se puede extirpar una pequeña porción de piel por encima de la areola para facilitar el aplanamiento. La incisión se cierra con suturas. Se pueden colocar o no drenajes según la extensión del tejido extirpado.

Ventajas

Cicatrices mínimas visibles, ya que la incisión se disimula a lo largo del borde natural de la areola. Mayor probabilidad de preservar la sensibilidad del NAC en comparación con la técnica de doble incisión. Periodo de recuperación más corto.

Desventajas

Capacidad limitada para extirpar grandes cantidades de tejido mamario o corregir laxitud cutánea significativa. Es posible que no se logre el contorno pectoral plano deseado en todas las personas, especialmente en aquellas con senos grandes o piel menos elástica. Existe la posibilidad de que se produzcan fruncimientos o arrugas en la piel alrededor de la areola si se intenta una contracción cutánea significativa.

Recuperación

El período de recuperación es más corto en comparación con la técnica de doble incisión, que generalmente implica el manejo del drenaje durante menos de una semana (si se colocan drenajes) y restricciones en la actividad extenuante durante 3 a 4 semanas.

Incisión en forma de ojo de cerradura

Esta técnica está reservada para un grupo muy selecto de personas con senos muy pequeños (normalmente ginecomastia en estadio I o II de Tanner) y excelente elasticidad de la piel sin ptosis.

Indicaciones

Tejido mamario mínimo (a menudo descrito como ginecomastia en estadio I o II de Tanner, donde hay una pequeña cantidad de tejido glandular subareolar sin formación significativa de montículo mamario).

Pasos quirúrgicos

Se realizan una o dos incisiones pequeñas (normalmente de 1 a 2 cm de longitud) a lo largo del borde inferior de la areola o en el pliegue inframamario. Se utilizan instrumentos quirúrgicos especializados, como cánulas de liposucción o pequeños retractores, para extraer el tejido mamario a través de estas pequeñas aberturas. El pezón y la areola no suelen manipularse ni reposicionarse. Las incisiones se cierran con suturas. No suelen requerirse drenajes.

Ventajas

Cicatrices mínimas, que suelen aparecer como pequeñas líneas discretas a lo largo del borde areolar o en el surco inframamario. Máxima probabilidad de preservar la sensibilidad del NAC. Recuperación más rápida.

Desventajas

Solo apto para un grupo muy selecto de personas con tejido mamario mínimo y excelente elasticidad cutánea. Capacidad limitada para remodelar el contorno pectoral o corregir incluso laxitud cutánea leve. Puede no ser apropiado para quienes buscan un aplanamiento significativo del pecho.

Recuperación

El período de recuperación más rápido, con restricciones en la actividad extenuante que generalmente duran entre 2 y 3 semanas.

Incisión en T invertida o en ojal

Esta técnica es una alternativa para personas con tamaño de mama moderado (normalmente estadio III de Tanner o ginecomastia grado III) y cierto grado de laxitud de la piel (ptosis leve a moderada, donde el pezón está a nivel o ligeramente debajo del pliegue inframamario).

Indicaciones

Ginecomastia grado III (agrandamiento moderado de la mama con algo de caída) con ptosis leve a moderada (pezón a la altura del pliegue inframamario o ligeramente por debajo de él).

Pasos quirúrgicos

Implica una incisión circumareolar (alrededor del borde de la areola) combinada con una incisión vertical que se extiende desde el borde inferior de la areola hasta el pliegue inframamario. En algunas variantes, también se puede realizar una incisión horizontal corta en el pliegue inframamario, similar a una "T" invertida. Se disecciona y extirpa cuidadosamente el tejido mamario. A continuación, se tensa la piel extirpando el exceso de piel a lo largo de las incisiones verticales y, a veces, horizontales. El complejo pezón-areolar permanece unido a un pedículo (un tallo de tejido que contiene vasos sanguíneos y nervios) de tejido mamario subyacente y grasa subcutánea, preservando así su irrigación sanguínea e inervación nerviosa. Los bordes de la piel se cierran en capas. Generalmente se colocan drenajes.

Ventajas

Permite una mayor remoción de piel y un aplanamiento de la pared torácica que la técnica periareolar, a la vez que mantiene una mayor probabilidad de preservar la sensibilidad del NAC en comparación con la técnica de doble incisión. Proporciona un mejor control del contorno torácico en personas con mamas de tamaño moderado y cierta laxitud cutánea.

Desventajas

Produce cicatrices más visibles en comparación con las técnicas periareolares o de ojo de cerradura, con cicatrices alrededor de la areola y una cicatriz vertical que se extiende hacia abajo. La variante en T invertida también puede causar cicatrices en el surco inframamario. Existe el riesgo de distorsión o desplazamiento del conducto arterioso nodal (NAC) si el pedículo está comprometido.

Recuperación

El período de recuperación suele ser intermedio entre las técnicas de incisión periareolar y de doble incisión, con manejo del drenaje durante aproximadamente 1 semana y restricciones en la actividad extenuante durante 4 a 6 semanas.

Evaluación y preparación preoperatoria: garantizar la seguridad del paciente y resultados óptimos

Una evaluación preoperatoria exhaustiva es crucial para garantizar la seguridad del paciente y lograr los mejores resultados quirúrgicos posibles. Esto suele implicar:

Historial médico completo y examen físico

El cirujano revisará minuciosamente el historial médico completo de la paciente, incluyendo cualquier condición médica pasada y presente (p. ej., diabetes, hipertensión, trastornos autoinmunes), procedimientos quirúrgicos previos, medicamentos actuales (incluidos los recetados, de venta libre y suplementos herbales), alergias (incluyendo látex y medicamentos) y antecedentes sociales (p. ej., tabaquismo, consumo de alcohol). Se realizará una exploración física detallada del tórax, que incluirá la evaluación del tamaño y volumen mamario, la elasticidad y turgencia de la piel, el grado de ptosis (utilizando escalas de clasificación establecidas como la clasificación de Regnault), la simetría de la pared torácica y el tamaño y la posición de los pezones y las areolas. Se palpará el tejido mamario para identificar cualquier masa o anomalía.

Consideraciones sobre la terapia hormonal

El cirujano preguntará sobre el historial de terapia hormonal (TH) del paciente, incluyendo el tipo, la dosis y la duración del uso de testosterona. Si bien no es obligatorio universalmente, muchos cirujanos recomiendan que los pacientes reciban terapia de testosterona estable durante al menos un año antes de someterse a una cirugía de pecho. Esto permite cierto grado de recuperación de la pared torácica. masculinización, incluyendo la redistribución de la grasa y la posible reducción del volumen del tejido mamario, lo que puede influir en la elección de la técnica quirúrgica y mejorar los resultados. El cirujano colaborará con el endocrinólogo o el profesional de terapia hormonal de la paciente.

Evaluación y preparación psicológica

Una evaluación psicológica exhaustiva realizada por un profesional de la salud mental cualificado y especializado en identidad de género (p. ej., psicólogo, psiquiatra o trabajador social clínico colegiado) es un componente fundamental del proceso preoperatorio. Esta evaluación busca evaluar la identidad de género del paciente, la presencia y gravedad de la disforia de género (a menudo mediante herramientas de evaluación estandarizadas), su comprensión del procedimiento quirúrgico, sus riesgos, beneficios y limitaciones, sus expectativas sobre el resultado, su estabilidad emocional y la presencia de cualquier trastorno de salud mental coexistente. Los cirujanos y las aseguradoras suelen exigir documentación que acredite la preparación para la cirugía, a menudo mediante una carta de recomendación, de acuerdo con las directrices establecidas, como las de la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transgénero (WPATH).

Dejar de fumar

Fumar afecta significativamente el flujo sanguíneo y el aporte de oxígeno a los tejidos, lo que aumenta considerablemente el riesgo de complicaciones quirúrgicas, como la mala cicatrización de las heridas, la necrosis del colgajo cutáneo y el fracaso del injerto de NAC. Se recomienda encarecidamente a los pacientes que se abstengan por completo de fumar y de consumir cualquier producto que contenga nicotina (incluidos los cigarrillos electrónicos y los parches de nicotina) durante al menos cuatro semanas antes y cuatro semanas después de la cirugía. Los niveles de nicotina pueden controlarse preoperatoriamente.

Revisión de medicamentos

Ciertos medicamentos pueden aumentar el riesgo de sangrado o interferir con la anestesia. Se les indicará a los pacientes que dejen de tomar anticoagulantes (p. ej., aspirina, warfarina, antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno y naproxeno) y ciertos suplementos herbales (p. ej., ginkgo biloba, ginseng, vitamina E en dosis altas) durante un período específico (normalmente de 1 a 2 semanas) antes de la cirugía. El cirujano les proporcionará una lista detallada de los medicamentos que deben evitar.

Instrucciones preoperatorias

Los pacientes recibirán instrucciones escritas y verbales completas sobre los preparativos preoperatorios, incluidas pautas sobre el ayuno (normalmente nada para comer o beber después de la medianoche antes de la cirugía), ducharse con un jabón antiséptico (por ejemplo, clorhexidina) la noche anterior y la mañana de la cirugía para reducir el riesgo de infección de la piel y qué llevar a la instalación quirúrgica.

Discusión de riesgos y beneficios

El cirujano mantendrá una conversación detallada y abierta con la paciente sobre los posibles beneficios de la cirugía superior para aliviar la disforia de género y mejorar su calidad de vida, así como sobre los riesgos específicos y las posibles complicaciones asociadas con la técnica quirúrgica elegida. Esta conversación también abordará los resultados estéticos esperados, la apariencia de las cicatrices y la posibilidad de necesitar una cirugía de revisión en el futuro. Se obtendrá el consentimiento informado, que documentará la comprensión de la paciente sobre el procedimiento, sus riesgos y alternativas.

Imágenes preoperatorias (opcional)

En algunos casos, dependiendo del historial médico o preocupaciones específicas del paciente, el cirujano puede ordenar estudios de imágenes preoperatorios, como una mamografía o una ecografía, para descartar cualquier patología mamaria subyacente.

Consulta de anestesia

Los pacientes generalmente se reunirán con un anestesiólogo antes de la cirugía para analizar su historial médico y el plan de anestesia.

El procedimiento quirúrgico: una descripción detallada

El procedimiento quirúrgico para la cirugía de tórax se realiza generalmente bajo anestesia general en un centro quirúrgico acreditado, como un quirófano de hospital o un centro de cirugía ambulatoria acreditado. La duración de la cirugía varía según la técnica elegida y la complejidad del caso, pero generalmente oscila entre 1,5 y 3 horas.

Anestesia

Una vez que el paciente se encuentra bajo anestesia general de forma segura, bajo la supervisión de un anestesiólogo certificado, se le coloca en decúbito supino en la mesa de operaciones con los brazos extendidos sobre reposabrazos. Se colocan dispositivos de compresión secuencial (DCS) en las piernas para prevenir la trombosis venosa profunda. La zona torácica se limpia a fondo y se prepara con una solución antiséptica (p. ej., clorhexidina o povidona yodada) y se cubre con un paño estéril, dejando expuesto únicamente el campo quirúrgico.

Colocación de la incisión

El cirujano marcará meticulosamente las líneas de incisión planificadas previamente con un marcador quirúrgico estéril, garantizando la precisión basándose en la evaluación preoperatoria, las fotografías y la técnica quirúrgica elegida. Estas marcas sirven como guía precisa durante el procedimiento.

Escisión de tejido

Con un bisturí, el cirujano incidirá cuidadosamente la piel y el tejido subcutáneo hasta la fascia pectoral (la capa de tejido conectivo que recubre el músculo pectoral mayor). Se utiliza electrocauterio para controlar el sangrado y mejorar la visualización durante la disección. A continuación, se disecciona meticulosamente el tejido mamario, compuesto por las glándulas mamarias y el tejido adiposo circundante, del músculo pectoral mayor subyacente y la piel suprayacente. La disección se realiza con especial atención para preservar la integridad de los colgajos de piel y minimizar el daño a los tejidos circundantes. La cantidad de tejido mamario extirpado se adapta para lograr el contorno pectoral plano deseado.

Manejo del complejo areola-pezón (si corresponde)

Doble incisión

En la técnica de doble incisión, el complejo areola-pezón (CAP) se extirpa típicamente como un injerto de piel de espesor completo. La epidermis (capa externa de la piel) se retira cuidadosamente (desepiteliza) con un bisturí o dermatomo, dejando la dermis subyacente y algo de tejido subcutáneo. Esta desepitelización es crucial para la prensión del injerto. La zona donante original del CAP se cierra principalmente con suturas. A continuación, el injerto de CAP se redimensiona a las dimensiones masculinas deseadas (típicamente un diámetro areolar de 2,5-3,5 cm y una proyección del pezón de 0,8-1,2 cm) utilizando una plantilla o mediciones precisas.

Las nuevas zonas receptoras de NAC se preparan en la pared torácica, en la ubicación masculina predeterminada, asegurando la simetría y el espaciamiento adecuados. A continuación, los injertos de NAC se suturan cuidadosamente con suturas finas no absorbibles. Con frecuencia, se aplica un apósito de refuerzo (un apósito suave y voluminoso) sobre los injertos de NAC para ejercer una presión suave y favorecer su adherencia.

Técnicas de conservación del pezón (periareolar, en ojo de cerradura, en T invertida)

En estas técnicas, se tiene un cuidado meticuloso para preservar el pedículo vascular (irrigación) y la inervación nerviosa del conducto capilar nasofaríngeo (CAN). Se extirpa el tejido mamario, dejando el CAN unido a un tallo de tejido subyacente. En la técnica periareolar, el CAN puede reducirse ligeramente de tamaño mediante una sutura en bolsa de tabaco. En la técnica de T invertida, el CAN suele elevarse o reposicionarse ligeramente a lo largo del borde vertical de la incisión.

Contorno de la pared torácica

Tras la extirpación del tejido mamario, el cirujano puede realizar un contorno adicional de la pared torácica para mejorar la definición de los músculos pectorales y lograr una apariencia más masculina. Esto puede realizarse mediante liposucción (mediante una cánula delgada que se inserta a través de pequeñas incisiones para succionar el exceso de grasa subcutánea) o mediante la escisión quirúrgica directa de la grasa subcutánea. El grado de contorno se individualiza según la anatomía y los objetivos estéticos del paciente.

Cierre

Una vez logrado el contorno pectoral deseado, los bordes de la piel se unen cuidadosamente y se cierran en varias capas. Se colocan suturas dérmicas profundas (suturas absorbibles) para reforzar y sujetar el cierre. A continuación, se cierra la piel con suturas no absorbibles (que deberán retirarse posteriormente) o grapas quirúrgicas. La elección del método de cierre depende de la preferencia del cirujano y de la técnica específica utilizada.

Drenajes

Los drenajes de succión cerrada se colocan típicamente de forma bilateral en el espacio subcutáneo mediante pequeñas incisiones separadas. Estos drenajes ayudan a eliminar el exceso de líquido (sangre o líquido seroso) que pueda acumularse en la zona quirúrgica, lo que reduce el riesgo de formación de hematomas o seromas y favorece una mejor cicatrización. Los drenajes se fijan a la piel con suturas y se conectan a una pera o bolsa recolectora.

Aderezos

Se aplican apósitos estériles a las incisiones y al conducto arterioso no injertado (CAN) (si está injertado). A continuación, se coloca una prenda de compresión alrededor del pecho para ayudar a reducir la inflamación, dar soporte a los tejidos en proceso de cicatrización y mejorar el contorno final.

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Cuidados y recuperación postoperatorios: cómo facilitar una curación óptima

El postoperatorio es crucial para una correcta recuperación y lograr el resultado deseado. Los pacientes recibirán instrucciones detalladas, tanto escritas como verbales, sobre los cuidados postoperatorios, que suelen incluir:

Manejo del dolor

El dolor posoperatorio es frecuente y se controlará con analgésicos recetados, generalmente analgésicos opioides durante los primeros días, seguidos de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o acetaminofén según sea necesario. Se les indicará a los pacientes la dosis y la frecuencia adecuadas de la medicación.

Cuidado de heridas

Los pacientes recibirán instrucciones detalladas sobre el cuidado de sus incisiones, incluyendo mantenerlas limpias y secas. Esto generalmente implica cambiar los apósitos según las instrucciones, generalmente una o dos veces al día, utilizando una técnica estéril. Se deben vigilar las incisiones para detectar signos de infección, como aumento del enrojecimiento, la hinchazón, la temperatura, el dolor o la supuración.

Gestión de drenaje

Se les enseñará a los pacientes a vaciar y registrar el drenaje quirúrgico varias veces al día. Se monitoreará el color y la cantidad del drenaje. El cirujano suele retirar los drenajes en la consulta una vez que el drenaje haya disminuido a un nivel determinado (generalmente menos de 20-30 ml por drenaje al día durante dos días consecutivos), generalmente entre una y dos semanas después de la cirugía.

Restricciones de actividad

Las actividades extenuantes, el levantamiento de objetos pesados (de más de 2,25 a 4,5 kg) y las actividades que ejerzan presión sobre el pecho (como empujar, jalar o alcanzar objetos por encima de la cabeza) se restringirán estrictamente durante varias semanas (normalmente de 4 a 6 semanas) para permitir una correcta cicatrización y minimizar el riesgo de complicaciones como hemorragia o dehiscencia de la herida. Se les indicará a los pacientes cuándo pueden retomar gradualmente sus actividades normales.

Posición para dormir

Generalmente, se recomienda a los pacientes dormir boca arriba con la cabeza y el torso elevados sobre almohadas durante las primeras semanas después de la cirugía para reducir la hinchazón y favorecer el drenaje. Se debe evitar dormir boca abajo o de lado.

Prenda de compresión

Es fundamental usar la prenda de compresión según las indicaciones del cirujano durante varias semanas (normalmente de 4 a 6 semanas) después de la cirugía. La compresión ayuda a reducir la inflamación, a dar soporte a los tejidos en proceso de cicatrización, a mejorar el contorno final del pecho y a minimizar el riesgo de formación de seroma. Se indicará a los pacientes la frecuencia y la duración del uso de la prenda.

Manejo de cicatrices

Una vez que las incisiones hayan cicatrizado completamente y las costras se hayan caído (normalmente entre 2 y 4 semanas después de la cirugía), se les indicará a los pacientes técnicas para minimizar la apariencia de las cicatrices. Estas pueden incluir el uso de láminas o gel de silicona, que pueden ayudar a aplanar y suavizar las cicatrices. También se puede recomendar un masaje suave de la zona de la cicatriz con una crema o aceite hidratante. Se debe evitar la exposición solar en las cicatrices durante al menos un año y, si la exposición solar es inevitable, se debe usar protector solar con FPS alto.

Citas de seguimiento

Las citas de seguimiento regulares con el cirujano son cruciales para supervisar el proceso de curación, evaluar el resultado y abordar cualquier inquietud o complicación que pueda surgir. La primera cita de seguimiento suele programarse a los pocos días de la cirugía, seguida de citas a la semana, a las 2 semanas, al mes, a los 3 meses, a los 6 meses y al año de la operación.

Instrucciones de medicación

Los pacientes recibirán instrucciones claras sobre cuándo reanudar cualquier medicamento que estuvieran tomando antes de la cirugía.

Riesgos y complicaciones potenciales: comprender las posibilidades

Como cualquier procedimiento quirúrgico, la cirugía de tórax conlleva posibles riesgos y complicaciones, aunque son relativamente poco frecuentes en manos expertas. Es importante que los pacientes conozcan estas posibilidades:

Hematoma

Acumulación de sangre debajo de la piel en el sitio quirúrgico, que puede requerir drenaje ya sea en el consultorio o quirúrgicamente.

Seroma

Acumulación de líquido seroso (un líquido transparente y amarillento) debajo de la piel, que puede requerir aspiración (drenaje con una aguja) en el consultorio.

Infección

Infección bacteriana en la zona quirúrgica, que puede presentarse con aumento del enrojecimiento, la hinchazón, la temperatura, el dolor y la supuración. El tratamiento suele incluir antibióticos y, en algunos casos, drenaje quirúrgico.

Necrosis del complejo areola-pezón

Pérdida parcial o total del riego sanguíneo al conducto capilar nasofaríngeo (CAN), que puede provocar decoloración, ampollas o pérdida de tejido (necrosis). Esto es más común con injertos de pezón libres en la técnica de doble incisión y se ve influenciado por factores como el tabaquismo, los vendajes ajustados y la técnica quirúrgica. El tratamiento puede incluir el cuidado de la herida y, en casos graves, una revisión quirúrgica.

Cicatrización

La formación de cicatrices visibles es inherente a la cirugía. En ocasiones, las cicatrices pueden volverse hipertróficas (engrosadas y elevadas, pero dentro de los límites de la incisión) o queloides (cicatrices elevadas que se extienden más allá de las líneas de incisión originales). Las técnicas de manejo de cicatrices pueden ayudar a minimizar su apariencia, pero no es posible eliminarlas por completo.

Asimetría

Desigualdad en la forma, tamaño o posición del pecho o los pezones. Una asimetría leve es común, pero una asimetría significativa puede requerir una cirugía de revisión.

Irregularidades del contorno

La aparición de hundimientos, protuberancias u ondulaciones en la piel de la pared torácica debido a la extracción desigual de grasa o la formación de tejido cicatricial. Estas irregularidades pueden mejorar con el tiempo o requerir corrección quirúrgica.

Cambios sensoriales

Cambios temporales o permanentes en la sensibilidad de los pezones y la piel circundante. Estos pueden variar desde entumecimiento (hipoestesia) hasta aumento de la sensibilidad (hiperestesia) o dolor. En la técnica de doble incisión con injertos libres de pezón, es común cierto grado de entumecimiento permanente en los pezones. En algunos casos, la sensibilidad puede recuperarse gradualmente con el paso de meses o años.

Dehiscencia de la herida

Separación de los bordes de la herida quirúrgica, lo que puede retrasar la cicatrización y aumentar el riesgo de infección. Esto puede requerir cuidados adicionales de la herida o una reparación quirúrgica.

Riesgos de la anestesia

Aunque son poco frecuentes, existen riesgos asociados con la anestesia general, como reacciones adversas a medicamentos, problemas respiratorios y complicaciones cardiovasculares. El anestesiólogo hablará con el paciente sobre estos riesgos.

Trombosis venosa profunda (TVP) y embolia pulmonar (EP)

Formación de coágulos sanguíneos en las venas profundas de las piernas (TVP) que pueden llegar a los pulmones (EP). Estas complicaciones son poco frecuentes, pero graves. Se toman medidas preventivas, como la desfibrilación ventricular (DCV) y la deambulación temprana después de la cirugía, para minimizar este riesgo.

Necesidad de cirugía de revisión

Algunos pacientes pueden desear o requerir una cirugía de revisión en el futuro para abordar problemas como asimetría persistente, contorno torácico subóptimo o cicatrices insatisfactorias.

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Lograr resultados estéticos óptimos: el arte y la ciencia de la cirugía de tórax

Lograr resultados estéticos óptimos en la cirugía de pecho requiere una combinación de habilidad técnica del cirujano, una técnica quirúrgica meticulosa, un profundo conocimiento de la anatomía torácica masculina y una cuidadosa consideración de los objetivos individuales del paciente, su complexión física y las características de su piel. Los factores que contribuyen a un resultado estético exitoso incluyen:

Planificación preoperatoria cuidadosa

Planificación detallada de la ubicación de la incisión para optimizar la ocultación de la cicatriz y el contorno del pecho, marcado preciso del tamaño del pezón y su ubicación en función de los puntos de referencia anatómicos y las proporciones masculinas deseadas, y evaluación precisa de la cantidad de tejido mamario y piel que se eliminará.

Técnica quirúrgica meticulosa

Manejo suave de los tejidos, disección precisa para minimizar el sangrado y el daño a los nervios, hemostasia cuidadosa, cierre en capas para optimizar la cicatrización de la herida y minimizar las cicatrices, y atención meticulosa a los detalles en el manejo del NAC.

Enfoque individualizado

Adaptar la técnica quirúrgica a la anatomía específica del paciente, el tamaño de la mama, la elasticidad de la piel y los objetivos estéticos. Reconocer que un enfoque universal no es adecuado.

Atención al detalle

Garantizar la simetría en el contorno del pecho y la colocación de los pezones, logrando contornos del pecho suaves y de aspecto natural sin concavidad excesiva o tejido mamario residual y creando pezones y areolas de tamaño y posición adecuados que sean consistentes con la anatomía masculina.

Estrategias para el manejo de cicatrices

Implementar técnicas durante la cirugía (por ejemplo, cierre meticuloso de la piel, cierre sin tensión) y brindar instrucciones posoperatorias sobre el cuidado de las cicatrices para minimizar su apariencia.

Comprensión de la anatomía del músculo pectoral

Esculpir el pecho para mejorar la visibilidad del músculo pectoral mayor subyacente, creando una pared torácica más definida y masculina.

El impacto psicológico de la cirugía de abdomen superior: una experiencia transformadora

Los beneficios psicológicos de la cirugía de tórax suelen ser profundos y pueden mejorar significativamente la calidad de vida y el bienestar mental de una persona. Muchas personas reportan:

Disforia de género reducida

Una disminución significativa de la angustia y el malestar asociados con la incongruencia entre su pecho físico y su identidad de género. Esto puede generar una mayor sensación de paz y bienestar.

Mejora de la imagen corporal y la autoestima

Mayor comodidad y confianza en sus cuerpos, lo que lleva a una autopercepción más positiva y a una menor insatisfacción con la imagen corporal.

Salud mental mejorada

Reducción de los síntomas de ansiedad, depresión y aislamiento social que pueden haberse asociado con la disforia de género y la disforia torácica.

Mayor comodidad e integración social

Sentirse más cómodo y menos cohibido en situaciones sociales, lo que permite una mayor participación en actividades y relaciones sin la necesidad de ocultar constantemente el pecho.

Mayor autenticidad y autoexpresión

Sentirse más alineados con su verdadera identidad de género y tener la libertad de expresarse auténticamente sin las restricciones físicas o la incomodidad del pecho.

Mejor calidad de vida

Mejora general del bienestar general, satisfacción con la vida y capacidad para realizar actividades que antes se evitaban debido a la disforia torácica.

Cómo elegir al cirujano adecuado: la experiencia y los conocimientos son importantes

Seleccionar un cirujano calificado y con experiencia, especializado en cirugía de reasignación de género, es fundamental para obtener un resultado seguro y exitoso. Al elegir un cirujano, considerar los siguientes factores cuidadosamente:

Certificación de la Junta

Asegúrese de que el cirujano esté certificado en una especialidad quirúrgica relevante, como cirugía plástica, cirugía general con capacitación en cirugía de género o una certificación comparable reconocida por juntas médicas de buena reputación.

Experiencia en Cirugía Transgénero

Busque un cirujano con formación específica, amplia experiencia y un historial comprobado de cirugías de reasignación de género. Infórmese sobre el número de cirugías que realiza anualmente y su experiencia con diferentes técnicas quirúrgicas.

Fotos de antes y después

Revise la cartera de fotografías de antes y después del cirujano de pacientes anteriores de cirugía superior con tipos de cuerpo y tamaños de senos similares para obtener una idea realista de sus resultados estéticos y estilo quirúrgico.

Testimonios y reseñas de pacientes

Lea reseñas y testimonios de pacientes anteriores para comprender mejor la habilidad del cirujano, su trato con el paciente, su estilo de comunicación y la atención al paciente en general. Busque reseñas en sitios web de reseñas médicas de confianza y foros de la comunidad transgénero.

Comodidad y comunicación

Programe una consulta con el cirujano para hablar sobre sus objetivos, hacer preguntas y evaluar su nivel de comodidad con su estilo de comunicación y enfoque. Un buen cirujano escuchará atentamente sus inquietudes, responderá a sus preguntas con minuciosidad y honestidad, y le brindará expectativas realistas sobre el proceso quirúrgico y el resultado.

Centro quirúrgico acreditado

Asegúrese de que la cirugía se realizará en un centro quirúrgico acreditado, como un quirófano de un hospital o un centro de cirugía ambulatoria acreditado, que cumpla con altos estándares de seguridad, equipos y experiencia del personal.

Afiliaciones y membresías profesionales

Verifique si el cirujano está afiliado a organizaciones médicas confiables o sociedades profesionales dedicadas a la salud de las personas transgénero, como WPATH o la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos (ASPS).

Conclusión: Abrazando la autenticidad a través de la cirugía de cabeza

La cirugía de pecho, o reconstrucción torácica masculinizante, es un procedimiento significativo y, a menudo, transformador para quienes buscan armonizar su apariencia física con su identidad de género. Al extirpar tejido mamario y crear un contorno torácico más masculino, esta cirugía puede aliviar la disforia de género, mejorar la autoestima y el bienestar general. Comprender las diversas técnicas quirúrgicas, la importancia de una preparación preoperatoria completa, las complejidades del proceso quirúrgico y los matices de los cuidados postoperatorios es crucial tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud que trabajan con personas transgénero.

Elegir un cirujano experimentado y cualificado, especializado en este campo, es fundamental para lograr resultados estéticos y funcionales óptimos y minimizar el riesgo de complicaciones. La cirugía de rejuvenecimiento facial representa un paso vital y empoderador en el proceso de reafirmación de género, permitiendo a las personas aceptar su identidad auténtica con mayor confianza, comodidad y alegría.

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Preguntas frecuentes sobre cirugía de abdomen superior

¿Qué es la Cirugía de Top y cuál es su papel en la afirmación de género?

La Cirugía Superior, clínicamente denominada reconstrucción torácica masculinizante, es una intervención quirúrgica fundamental para personas transgénero, no binarias y de género diverso. Su objetivo es armonizar su apariencia física con su identidad de género mediante la creación de un contorno torácico masculino. Este procedimiento desempeña un papel crucial en el alivio de la disforia de género, la mejora de la autoestima, la imagen corporal, la salud mental y la calidad de vida en general.

¿Por qué es importante la cirugía superior en el camino hacia la afirmación de género?

La cirugía de pecho es importante porque aborda la angustia causada por la incongruencia entre el sexo asignado al nacer y la identidad de género adquirida. Al crear un pecho que se alinea con la identidad masculina, las personas a menudo experimentan mayor comodidad, autenticidad, integración social y una menor necesidad de métodos de ocultación del pecho, como la venda.

¿Cuáles son las consideraciones anatómicas y fisiológicas para la cirugía superior?

El tórax masculino suele tener un contorno más plano, con un complejo areola-pezón (CAP) más pequeño y ubicado más inferior y lateralmente. La cirugía superior busca replicar estas características mediante la extirpación de tejido mamario, tejido adiposo y, a menudo, piel sobrante. Con frecuencia es necesario remodelar y reposicionar el CAP. Los músculos pectorales mayores subyacentes contribuyen al contorno torácico masculino, y las técnicas quirúrgicas pueden mejorar su visibilidad.

¿Cuáles son las diferentes clasificaciones de las técnicas de Cirugía Superior?

Las principales técnicas para la reconstrucción torácica masculinizante incluyen la doble incisión con injerto de pezón libre (DI), la incisión periareolar (Peri), la incisión en ojo de cerradura y la incisión en T invertida o en ojal. La elección depende de factores como el tamaño del pecho, la elasticidad de la piel, el IMC, los objetivos estéticos y las preferencias personales.

¿Cuáles son las indicaciones, pasos quirúrgicos, ventajas, desventajas y proceso de recuperación de la técnica de Doble Incisión con Injerto de Pezón Libre (DI)?

La técnica DI está indicada para mamas grandes y laxitud cutánea significativa. Consiste en dos incisiones para extirpar tejido mamario, seguidas de la modificación del tamaño y la posición del conducto deferente como injerto de piel. Entre sus ventajas se encuentra la posibilidad de extirpar una gran cantidad de tejido y remodelar el tórax eficazmente. Entre sus desventajas se incluyen las cicatrices horizontales visibles y los posibles cambios en la sensibilidad del pezón. La recuperación requiere un período más largo, con manejo del drenaje y restricciones de actividades.

¿Cuáles son las indicaciones, pasos quirúrgicos, ventajas, desventajas y proceso de recuperación de la técnica de Incisión Peri-areolar (Peri)?

La técnica Peri es adecuada para senos pequeños y buena elasticidad de la piel. Una incisión circular alrededor de la areola permite la extirpación de tejido mamario. Una sutura en bolsa de tabaco puede tensar la piel. Las ventajas incluyen cicatrices mínimas y una mayor probabilidad de preservar la sensibilidad del pezón. Las desventajas incluyen la extirpación limitada de tejido y la posible formación de arrugas. La recuperación es más corta.

¿Cuáles son las indicaciones, pasos quirúrgicos, ventajas, desventajas y proceso de recuperación de la técnica de incisión en ojo de cerradura?

La técnica de ojo de cerradura es adecuada para senos muy pequeños y excelente elasticidad de la piel. Las incisiones pequeñas permiten la extracción de tejido con instrumentos especializados. Entre sus ventajas se incluyen cicatrices mínimas y una alta probabilidad de preservar la sensibilidad del pezón. Entre sus desventajas, se incluye su idoneidad solo para tejido mamario mínimo y una remodelación limitada. La recuperación es la más rápida.

¿Cuáles son las indicaciones, pasos quirúrgicos, ventajas, desventajas y proceso de recuperación de la técnica de incisión en T invertida o en ojal?

La técnica de T invertida se utiliza para mamas de tamaño moderado y con cierta laxitud cutánea. Implica incisiones alrededor de la areola y verticalmente hacia abajo. Se extrae tejido mamario y se tensa la piel. El conducto capilar no aórtico (CAN) permanece adherido a un pedículo tisular. Entre sus ventajas se encuentra la mayor extracción de piel que con la técnica Peri, preservando la sensibilidad. Entre sus desventajas se encuentran las cicatrices más visibles. La recuperación es intermedia.

¿En qué consiste la evaluación y preparación preoperatoria para una Cirugía Superior?

La evaluación preoperatoria incluye una historia clínica completa y un examen físico, la consideración de terapia hormonal, una evaluación psicológica y de preparación, la cesación del tabaquismo, la revisión de la medicación, las instrucciones preoperatorias y una discusión de los riesgos y beneficios. También puede incluirse una consulta opcional preoperatoria con imágenes y anestesia.

¿Cuáles son los pasos claves involucrados en el procedimiento quirúrgico para Cirugía Superior?

El procedimiento quirúrgico generalmente implica anestesia, colocación de incisiones, escisión de tejido, manejo del complejo areolar-pezón (si corresponde), contorno de la pared torácica, cierre de incisiones, colocación de drenajes y aplicación de apósitos y una prenda de compresión.

¿En qué consisten los cuidados y la recuperación postoperatoria tras una Cirugía Superior?

El cuidado posoperatorio incluye el manejo del dolor, el cuidado de la herida, el manejo del drenaje, las restricciones de actividad, el mantenimiento de una posición específica para dormir, el uso de una prenda de compresión, el manejo de cicatrices, la asistencia a citas de seguimiento y el cumplimiento de las instrucciones de medicación.

¿Cuáles son los posibles riesgos y complicaciones asociados con la cirugía superior?

Los posibles riesgos y complicaciones incluyen hematoma, seroma, infección, necrosis del complejo areola-pezón, cicatrización (hipertrófica o queloide), asimetría, irregularidades del contorno, cambios sensoriales, dehiscencia de la herida, riesgos de anestesia, trombosis venosa profunda (TVP), embolia pulmonar (EP) y la posible necesidad de cirugía de revisión.

¿Qué factores contribuyen a lograr resultados estéticos óptimos en Cirugía Superior?

Para lograr resultados estéticos óptimos es necesario una planificación preoperatoria cuidadosa, una técnica quirúrgica meticulosa, un enfoque individualizado, atención a los detalles en la simetría y el contorno, un manejo estratégico de las cicatrices y una comprensión de la anatomía del músculo pectoral.

¿Cuál es el impacto psicológico de la Cirugía Superior?

El impacto psicológico de la cirugía superior puede ser transformador, y a menudo conduce a una reducción de la disforia de género, una mejor imagen corporal y autoestima, una mejor salud mental, un mayor confort e integración social, una mayor autenticidad y autoexpresión y una mejor calidad de vida en general.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un cirujano para Cirugía Superior?

Al elegir un cirujano, tenga en cuenta su certificación, experiencia en cirugía transgénero, fotografías de antes y después de su trabajo, testimonios y reseñas de pacientes, su nivel de comodidad y comunicación con el cirujano, la acreditación del centro quirúrgico y sus afiliaciones y membresías profesionales.

En conclusión ¿Cuál es la importancia de la Cirugía de Top?

En conclusión, la Cirugía de Córnea es un procedimiento significativo y, a menudo, transformador para quienes buscan armonizar su apariencia física con su identidad de género. Desempeña un papel vital para aliviar la disforia de género, mejorar el bienestar y permitir que las personas acepten su identidad auténtica.

¿Cuál es el siguiente paso recomendado si alguien está considerando una cirugía superior?

Si está considerando una cirugía superior, se recomienda programar una consulta integral con un cirujano certificado que se especialice en procedimientos de afirmación de género para analizar sus objetivos individuales y desarrollar un plan quirúrgico personalizado.